Firma en portada
El afamado pastelero Kuchen se instala inesperadamente al final de la calle Strasse. Pronto todos los vecinos, niños y adultos, empiezan a fantasear sobre los maravillosos dulces que hará y la prosperidad que traerá a la ciudad. Días más tarde, el escaparate de la nueva pastelería luce preciosos estantes y limpísimos mantelitos blancos; sin embargo, el tiempo sigue pasando y los pasteles no llegan. Y los rumores no tardan en llegar...