Sabrina y Daphne Grimm, la última generación de la saga de los famosos cuentacuentos, tienen once y seis años respectivamente. Desde que sus padres desaparecieron hace algo más de un año, han vivido en un orfanato esperando a que alguien las acogiera en su hogar. Por fin ha llegado el momento, están a punto de iniciar una nueva vida con su abuela, pero Sabrina, la más desconfiada, no acaba de creerse el parentesco: recuerda perfectamente cómo su padre les había contado que su abuela Relda había muerto.