Este libro supone un gran reto, al considerar que la educación superior no es una isla respecto al sistema educativo no universitario y a la sociedad en que se desarrolla, profundizando en los cambios reales que hay que plantearse, desde el inicio de la escolarización, a fin de que el alumnado disponga de la formación precisa para incorporarse a la Universidad.La autora propugna un nuevo modelo de profesorado universitario, que deje de ser un mero transmisor de conocimientos, para dedicar gran parte de su actividad docente a guiar y orientar al estudiante en su itinerario formativo, tanto académico como personal y profesional. Por tanto, la formación del alumnado no tiene como único escenario la clase, sino todo el abanico de recursos y espacios curriculares sincrónicos y asincrónicos que le posibiliten: mejor conocimiento de su realidad; desarrollo de habilidades; actitudes y valores; y mayor formación ética, incentivando la responsabilidad social y la perspectiva humanística, para conseguir lideres emprendedores cualificados a nivel internacional.